Renca, París y Liendres
Ópera en tres actos con solista violín
Descripción
Las
desigualdades sociales y culturales entre los seres humanos se
transforman en míticas cuando se cristalizan en el tiempo hasta
convertirse en una gran fisura. Los poderosos forjan leyendas para
convertir sus privilegios en justos, naturales y necesarios; mientras
los débiles desean, obedecen y luchan sus mandatos. Sin embargo, fuera
del hechizo de la dominación, las leyendas que definen la belleza
y la moral son grotescas elucubraciones que derrochan crueldad y
muerte. A través de antiguos y nuevos personajes míticos como el Caeza
de Chancho, Don Emilio, la Guatona Metalera, el Flaite Ilustrado y el
Kiltro Warén, la ópera “Renca, París y Liendres” es el horrendo drama
de la injusticia que cruza nuestra sociedad, el retrato perfecto de
nuestros venenos despojados del hechizo de la “verdad” y la necesidad.
Argumento
La
ópera abre su telón con su conflicto original: la cruz del cerro Renca
se encuentra invertida, y ante esa evidencia aparece un personaje mítico
del Renca rural y colonial: el "Caeza´e Chancho". Azuzado por Don
Emilio (otro personaje mítico renquino), "Caeza´e Chancho" desciende
desde el cerro decidido a castigar a los culpables de esa inversión.
Como lo ha hecho eternamente, desde el nacimiento
de los tiempos de Renca, la misión de este engendro es restaurar el
orden impuesto. Su rostro deforme, un cuerpo grotesco, la vanidad del
poder, y su violenta autoridad, son las armas con las cuales intentará
imponer sentido a la vida de los renquinos.
Pero a su llegada encontrará nuevas criaturas que harán lo imposible por seducir, manipular y vencer sus intenciones. La "Guatona Metalera", el "Kiltro Warén" y el "Flaite Ilustrado" son personajes actuales y míticos: están en las esquinas y las plazas del Renca actual, y nos señalan las violencias y contradicciones de la marginalidad chilena, al mismo tiempo que sus marcas atávicas y míticas.
El conflicto entre el Caeza e Chancho y los personajes renquinos, encuentra un tercer antagonismo en Don Emilio (quién personifica la consciencia vidente, pero también culpable de las atrocidades del Caeza e Chancho). El es la cicatriz en el rostro de la deforme modernidad chilena.
Al ritmo de la traición y las bajas pasiones, los personajes intentarán a toda costa conquistar sus ilusiones de poder y ocultar sus miserias; haciendo gala de las locuras que la exitosa vía chilena de la felicidad ha inculcado: el clasismo, el consumismo, el individualismo, la violencia, la exclusión y la neurosis.
Cuenta la leyenda que "Caeza e Chancho" nació fruto de una violación en la época colonial; y al igual que esa historia, la obra surgió a partir de una extraña orgía: el amorío artístico entre el género más serio de la ópera y la sátira social; el acto iconoclasta del humor popular y la memoria permanente de la lucha contra las injusticias. "Renca, París y Liendres", representa lo más crudo y grotesco del inconsciente cultural chileno; y lo es porque sus personajes son los monstruos deformes en que nos hemos convertido, sin verlo ni saberlo.
Pero a su llegada encontrará nuevas criaturas que harán lo imposible por seducir, manipular y vencer sus intenciones. La "Guatona Metalera", el "Kiltro Warén" y el "Flaite Ilustrado" son personajes actuales y míticos: están en las esquinas y las plazas del Renca actual, y nos señalan las violencias y contradicciones de la marginalidad chilena, al mismo tiempo que sus marcas atávicas y míticas.
El conflicto entre el Caeza e Chancho y los personajes renquinos, encuentra un tercer antagonismo en Don Emilio (quién personifica la consciencia vidente, pero también culpable de las atrocidades del Caeza e Chancho). El es la cicatriz en el rostro de la deforme modernidad chilena.
Al ritmo de la traición y las bajas pasiones, los personajes intentarán a toda costa conquistar sus ilusiones de poder y ocultar sus miserias; haciendo gala de las locuras que la exitosa vía chilena de la felicidad ha inculcado: el clasismo, el consumismo, el individualismo, la violencia, la exclusión y la neurosis.
Cuenta la leyenda que "Caeza e Chancho" nació fruto de una violación en la época colonial; y al igual que esa historia, la obra surgió a partir de una extraña orgía: el amorío artístico entre el género más serio de la ópera y la sátira social; el acto iconoclasta del humor popular y la memoria permanente de la lucha contra las injusticias. "Renca, París y Liendres", representa lo más crudo y grotesco del inconsciente cultural chileno; y lo es porque sus personajes son los monstruos deformes en que nos hemos convertido, sin verlo ni saberlo.